Desde el viernes, la ciudad de General Villegas experimenta una creciente problemática de acumulación de basura, consecuencia directa de la medida de fuerza implementada por los sindicatos municipales. El conflicto, centrado en la exigencia de mejoras salariales, ha llevado a un estancamiento que amenaza con un colapso total del servicio de recolección de residuos, afectando la calidad de vida de los residentes.

Los trabajadores municipales reclaman un aumento salarial del 35%, alineado con la inflación nacional, mientras que el intendente propone solo un 10%. Ante la negativa de los representantes sindicales, la ciudad se encuentra al borde de un paro total, programado para el miércoles en caso de que la reunión convocada por la patronal no logre destrabar la situación.

El sistema de "quite de colaboración", con reducción progresiva en los turnos de recolección, ha dejado a la ciudad prácticamente sin servicio de gestión de residuos, evidenciando la importancia crítica de esta labor. Frente a viviendas, comercios y restaurantes, la basura se acumula en canastos rebasados, generando un impacto negativo en la higiene y la salud pública.

La falta de acuerdo en la reunión del martes podría desencadenar una crisis aún mayor, con el inicio de un paro total. Mientras algunos residentes evalúan llevar sus residuos al basurero por sus propios medios, la acumulación actual se convierte en un problema visible y preocupante para toda la comunidad, aumentando los reclamos por una próxima solución.